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El mon s'esta contaminant molt.
La UE perderá hasta 65.000 millones al año por el cambio climático
ECOticias.com - ep el 02-12-2009, 13:33 (UTC) | | La UE perderá hasta 65.000 millones al año por el cambio climático Las proyecciones del impacto económico del cambio climático en la UE (PESETA, por sus siglas en inglés) realizadas por el centro de investigación comunitario JRC advierten de que las regiones del sur y del centro de Europa serán las más afectadas por el calentamiento global, pero asegura que la zona norte obtendrá "beneficios en términos económicos".
Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias, 25/11/2009, 17:22 h | (213) veces leída
La Unión Europea perderá entre 20.000 y 65.000 millones de euros cada año si no toma las medidas adecuadas para adaptarse a las consecuencias del cambio climático en su territorio, en donde las temperaturas podrían aumentar entre 2,5 y 5,4 grados centígrados de aquí a 2080, según un estudio de la Comisión Europea publicado hoy.
Las proyecciones del impacto económico del cambio climático en la UE (PESETA, por sus siglas en inglés) realizadas por el centro de investigación comunitario JRC advierten de que las regiones del sur y del centro de Europa serán las más afectadas por el calentamiento global, pero asegura que la zona norte obtendrá "beneficios en términos económicos".
El estudio ha tenido en cuenta los efectos del cambio climático en cuatro áreas "especialmente vulnerables": la agricultura, el turismo, sistemas costeros e inundaciones fluviales. El escenario planteado es el de un aumento de entre 2,5 y 5,4 grados de las temperaturas y una subida de entre 48 y 88 centímetros en el nivel del mar en 2080.
En este contexto, el coste de los daños totales para el PIB comunitario sería de entre 20.000 y 65.000 millones de euros al año, según el estudio. No obstante, sólo tiene en cuenta cuatro sectores y advierte de que las consecuencias para la economía "sería mucho mayor" si se calcularan otros impactos de índole no comercial como son catástrofes naturales o pérdida de biodiversdiad.
ESPAÑA, ENTRE LOS MÁS AFECTADOS
El estudio PESETA augura que el bienestar económico de los europeos aumentará a menor velocidad debido al cambio climático y su crecimiento (actualmente entorno al 2%) se recortaría en un 0,2% si las temperaturas suben 2,5 grados y hasta la mitad si las temperaturas aumentaran 5,4 grados.
Las estimaciones sitúan a España entre los países más afectados por la pérdida de bienestar. Así, el sur de Europa (España, Portugal, Grecia, Italia y Bulgaria) vería cómo su tasa anual de bienestar si limita a entre un 0,3 y un 1,6% anual. Esto se explica porque el cambio climático es "negativo en todos los sectores", aunque la agricultura registrará las peores pérdidas (hasta un 25%). También el sector turístico se cortaría sus ingresos en hasta 5.000 millones de euros cada año.
El centro de Europa también sufrirá importantes pérdidas, pero en menor medida que la región sur. Países septentrionales como Bélgica, Alemania y Países Bajos sufrirán más inundaciones fluviales y costeras, pero el turismo reportará hasta 4.000 millones adicionales. Mientras, la Europa central meridional, con países como Francia, Hungría y Rumanía, perderá entre un 0,1% y un 0,6% de su bienestar. Los problemas por inundaciones se verán compensados con ingresos de hasta 10.000 millones de euros con el turismo, si las temperaturas superan los 5 grados.
La única región de la Unión Europea que obtendrá beneficio económico del calentamiento global es el norte del continente (Dinamarca, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania y Suecia). Siempre según el estudio, su bienestar registrará subidas anuales en todas las proyecciones, de entre el 0,5 % y el 0,7 %.
Entre los principales beneficiados, figura el sector agrícola, la disminución de los daños causados por las inundaciones fluviales y el aumento de los ingresos en el sector turístico. Por contra, las inundaciones litorales podrían afectar a al menos 250.000 personas más cada año.
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El cotxe electric
Emilio Varela Sieira el 02-12-2009, 13:30 (UTC) | | Hi ha una foto a Galeria.
El coche eléctrico: de promesa a mercado del futuro La industria automovilística mundial se ha puesto las pilas, en el doble sentido de la expresión. Por una parte (en sentido figurado), los fabricantes de equipos originales y proveedores se ven obligados a reaccionar enérgicamente ante el descenso de la demanda a escala mundial. Por otra parte (en sentido concreto), el coche eléctrico ocupa de repente los primeros puestos en la agenda de trabajo de prácticamente todos los fabricantes de automóviles. Ambos hechos están más relacionados entre sí de lo que puede parecer a primera vista. Sobresaltados por la dramática evolución de las ventas con motivo de la crisis, los departamentos de desarrollo trabajan a marchas forzadas para definir estrategias de mercado y de producto con visos de futuro. El coche eléctrico se consolida cada vez más como una seria promesa.
Enviado por: ECOticias.com / Red / Agencias, 26/11/2009, 12:39 h | (271) veces leída
Todos pisan el acelerador
Ante este panorama, los fabricantes europeos y, sobre todo, norteamericanos Ÿsacudidos por la crisisŸ han optado por pisar a fondo el acelerador, con el fin de acortar la ventaja de las marcas japonesas en este terreno. La última edición del Detroit Motor Show dejó la impresión de que los tres grandes grupos de automoción estadounidenses ven en el coche eléctrico su última tabla de salvación. Ya para el año 2010 Ÿo, a más tardar, en 2012Ÿ se proponen tener en el mercado varios vehículos eléctricos; éste es el objetivo que persiguen con ahínco también muchos fabricantes europeos. Pero es en China donde este concepto se está ejecutando más rápidamente: todos los fabricantes trabajan en el desarrollo de vehículos eléctricos con ayudas estatales y BYD, como especialista en electrónica de potencia, posee una clara ventaja tecnológica frente a los meros fabricantes de automóviles. Así pues, China participa por primera vez en la carrera internacional por el líderazgo tecnológico.
En estos tiempos de cambio, pasa casi a un segundo plano la cuestión de la motivación básica, desde el punto de vista macroeconómico, a favor del coche eléctrico. Es sobre todo el creciente consumo de energía en todo el mundo, unido al carácter limitado de los combustibles fósiles, lo que hace cada vez más urgente buscar una alternativa viable al motor de combustión interna. A ello se añaden las dependencias geoestratégicas en el caso del gas y el petróleo. Otro argumento de peso es el cambio climático, ocasionado por el aumento de las emisiones de CO2. A este respecto, el coche eléctrico puede aportar mejoras reales; sobre todo si para la alimentación de corriente se emplean únicamente fuentes de energía renovables. En ese caso, la emisión de CO2 es nula, en comparación con los 150 gramos de CO2 por kilómetro que emite aproximadamente un automóvil de la categoría intermedia con motor convencional de combustión. E incluso con la actual combinación energética, por ejemplo de Alemania, un vehículo eléctrico emite sólo unos 100 gramos de CO2.
Esperando a la producción en grandes series
Pero no todos los coches eléctricos son iguales. Los vehículos híbridos Ÿes decir, con accionamiento combinado eléctrico/gasolina, como el Toyota PriusŸ ya forman parte de la oferta de serie de casi todos los fabricantes automovilísticos. No sucede lo mismo con el coche eléctrico accionado únicamente por batería, ni con los modelos propulsados por pila de combustible. Existen muchos prototipos, pero aún no ha comenzado la producción en grandes series. Algo parecido ocurre con el coche eléctrico accionado por batería. Para poder sacar al mercado un coche eléctrico con un radio de autonomía adecuado y prestaciones convincentes a un precio aceptable se precisan baterías de elevada densidad energética y larga durabilidad.
Con el desarrollo de la batería de iones de litio se ha dado un gran paso en esa dirección. Sin embargo, el actual nivel de rendimiento de estas baterías no permite satisfacer todos los requerimientos. Uno de los mayores problemas es su peso, aún muy elevado, que repercute considerablemente en la eficiencia energética de un modelo totalmente eléctrico. A ello se suma el factor costes. Precios superiores a 10.000 euros sólo por la batería no son, precisamente en tiempos de recesión, el mejor aliciente para impulsar la demanda de estos automóviles a corto plazo.
Ahora bien: a medio y largo plazo, impulsado por los avances tecnológicos, el coche eléctrico se situará en el carril de adelantamiento. Según varios estudios, en el año 2020 circularán por las carreteras alemanas al menos un millón de automóviles híbridos y eléctricos, es decir, aproximadamente un 2,5 % del parque automovilístico. Las predicciones para muchos otros países europeos son muy parecidas.
Asia como motor del crecimiento
De forma mucho más rápida podría crecer la demanda en Asia. Las megaciudades, donde la escasez de espacio es evidente, constituyen el entorno óptimo donde puede desplegar todas sus ventajas el coche eléctrico. China será uno de los grandes impulsores de esta evolución; sobre todo si el número de automóviles crece en China a un ritmo más rápido que la extracción de petróleo y el precio del mismo Ÿimpulsado también por este hechoŸ alcanza el listón de 200 $ por barril.
Pero también en los mercados europeos y norteamericanos podría ganar velocidad el nuevo boom del coche eléctrico, siempre y cuando:
• los responsables de desarrollo consigan importantes avances tecnológicos que permitan reducir a la mitad el tamaño, el peso y los costes de los principales componentes electrónicos y duplicar su resistencia.
• se imponga la conducción ecológica y se considere más fashion conducir un coche eléctrico que un Porsche Carrera 4S.
Acompañado de todas estas profundas transformaciones, tanto en la oferta como en la demanda, el coche eléctrico va camino de dejar de ser una promesa para convertirse en un mercado con un gran potencial de futuro.
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Perque serveix reciclar el alumini.
Alex Fernandez Muera el 02-12-2009, 13:27 (UTC) | | Para qué sirve reciclar aluminio
El aluminio es el metal no férreo más popular del mundo. Sectores tan diferentes como la alimentación, el transporte, la medicina, la energía o la construcción lo utilizan de forma generalizada. Se calcula que se consumen en el mundo unos 25 millones de toneladas al año. La correcta recogida y reciclaje de sus residuos puede ahorrar grandes cantidades de mineral y de energía.
El aluminio se puede reciclar de forma indefinida sin pérdida de sus propiedades y se evita que acabe abandonado o en vertederos. Los consumidores son una parte esencial en este proceso. Reciclar estos envases es fácil, y el medio ambiente y la economía salen beneficiados.
Para qué sirve reciclar aluminio
Cada español consume una media de 90 latas al año y genera unos 13 kilos de residuos de este tipo de envases que, si llegan a la naturaleza, pueden permanecer en estado sólido durante 500 años.
El impacto ambiental y económico de utilizar aluminio primario se puede reducir en gran medida con el reciclado. El papel de los consumidores es esencial: si el residuo recuperado está contaminado con otros materiales se dificulta el proceso de selección y preparación para su reciclado. Para evitar que acabe abandonado o depositado de forma incorrecta, las latas se pueden depositar en el contenedor amarillo, de manera que se puedan tratar de forma correcta.
El reciclaje del aluminio es muy agradecido. Se aprovecha el 100% del material y, gracias a ello, se ahorra el 95% de la energía, si se compara con la producción a partir del mineral (bauxita). La producción con aluminio reciclado genera sólo un 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático.
El proceso de reciclado de latas es más sencillo que con otro tipo de residuos: no hay que eliminar otros materiales, ya que tanto la tapa como el envase son de aluminio. Además, las latas vacías se pueden aplastar sin problemas. De esta manera, ocupan muy poco volumen y son fáciles de transportar (no se rompe, no arde y no se oxida).
El aluminio reciclado no disminuye de calidad: el producto que se obtiene tiene las mismas propiedades que otro elaborado a partir del mineral original. A diferencia del papel, que sólo se puede reciclar unas pocas veces, los residuos de este material se pueden aprovechar de manera indefinida. El aluminio recuperado, una vez seleccionado y prensado, se funde y, con él, se fabrican nuevos lingotes de aluminio que se utilizan para cualquier aplicación.
Desde el punto de vista económico, el reciclado es un proceso rentable porque el aluminio es un metal valioso: las latas de bebidas usadas recogidas alcanzan un valor en el mercado de más de 0,6 euros el kilo.
Reciclaje de aluminio en Europa y España
En Europa, el aluminio alcanza tasas de reciclado muy altas que oscilan entre el 50% en envases, el 85% en construcción y el 95% en transporte. Estas cifras se traducen en una producción anual en torno a los cuatro millones de toneladas de aluminio reciclado.
Los europeos consumen más de 400.000 toneladas de latas. Suecia, con el 92% y Suiza, con el 88%, son los países que más reciclan en Europa. España se sitúa también por encima de la media: dos de cada tres latas de bebidas (tanto de aluminio como de hojalata) se reciclan.
Durante 2008, España ha recuperado 13.393 toneladas de envases de aluminio, que equivalen al 27,7% del total de envases consumidos, según la Asociación para el Reciclado de Productos de Aluminio (Arpal).
La crisis económica ha afectado al reciclaje de aluminio en nuestro país. La menor demanda y, sobre todo, la fuerte bajada de precios (está sujeto a la cotización de la Bolsa de Metales de Londres y del dólar) ha provocado un menor consumo y una disminución en la cantidad de material recuperado. En cualquier caso, los responsables de Arpal recuerdan que la tasa de reciclado ha aumentado en 0,7 puntos respecto al año anterior. Por ello, concluyen que la recuperación y el reciclado de los envases y otros productos de aluminio en España es una actividad de presente y de futuro.
Cómo reduce la industria su impacto ambiental
El sector del aluminio ha asumido en los últimos años un programa para reducir su impacto medioambiental durante todas las etapas del material. El aumento del reciclaje conlleva disminuir la extracción de bauxita. En las minas se llevan a cabo labores de restauración para devolverlas a sus condiciones naturales. Según sus responsables, el 80% de estos yacimientos vuelven a su estado original.
El uso de energía para el tratamiento del material representa un 25% de los costes asociados a la producción del aluminio primario. La reducción de este consumo es uno de los objetivos principales de la industria. A través de la tecnología de alimentación puntual en la electrólisis se ha disminuido el gasto en electricidad en un 33% desde 1950.
El sector ha introducido diversos avances en el diseño y fabricación de los productos. Las latas de aluminio actuales necesitan un 40% menos de metal que las fabricadas hace 25 años y menos energía y materia prima.
La industria del aluminio en España promociona la recogida y reciclaje de este metal mediante diversas campañas. Blipvert lleva a cabo, desde hace quince años, el programa "Catalunya Platja Neta", que recupera latas de bebidas en las playas de esta comunidad autónoma durante el verano. La Fundación Trinijove, en colaboración con Arpal, puso en marcha en 1995 una iniciativa para la inserción social de jóvenes a través del reciclado de latas de bebidas en Barcelona.
Cómo es el ciclo de reciclaje del aluminio
El aluminio usado llega a las plantas de reciclado por dos canales principales. Por un lado, los desechos de consumo doméstico e industrial (latas, cables, planchas litográficas, desguace de vehículos, derribos, etc.). Por otro lado, los recortes y virutas producidos durante la fabricación de productos de aluminio.
Una vez en la planta, el aluminio se separa de otros elementos que puedan contaminarlo. Tras eliminar las impurezas, el material se prensa, se embala y se envía a fundición. Desde aquí se traslada a instalaciones específicas para su refabricación. El nuevo material se utilizará para crear nuevos productos de consumo.
La duración de este ciclo depende de cada producto. Una lata de bebida puede tardar unos 45 días en dar la vuelta a este proceso, mientras que los cables eléctricos pueden tardar unos 40 años.
Ventajas y aplicaciones del aluminio
El mineral original del aluminio, la bauxita, es el tercer elemento más común de la corteza terrestre: se calcula que hay reservas para dos siglos. Los consumidores pueden encontrar este material en multitud de aplicaciones de su vida cotidiana, gracias a sus características únicas. Es muy ligero y proporciona una protección óptima: ofrece una barrera metálica impermeable a la luz, a los rayos ultra-violetas, a la corrosión, al vapor de agua, a los aceites y grasas, al oxígeno y a los microorganismos.
El sector de la alimentación lo utiliza porque es higiénico, no tóxico y no afecta al sabor de los productos. Por ello, es ya indispensable en la fabricación de latas, como papel de envolver, en la capa intermedia de los envases "tetra brick", en las tapas de los yogures, etc.
En el campo de la medicina, se emplea en equipos médicos y en algunos medicamentos, como los tratamientos de úlceras gástricas. También se utiliza para el tratamiento del agua: además de no ser tóxico, filtra las bacterias y las partículas no deseadas y, por ello, mantiene limpios los abastecimientos de agua.
En la industria del transporte, el aluminio se utiliza en especial en la construcción de aviones. En 1920 se fabricó el primer prototipo y desde entonces es un elemento indispensable en el sector aeronáutico, gracias a su resistencia, ligereza y maleabilidad.
El ferrocarril también se ha beneficiado de este material: un tren de aluminio aporta un ahorro de energía del 87% a lo largo de los 40 años de vida media, en comparación con otros trenes fabricados con elementos más pesados. Su resistencia a la corrosión y al agua del mar lo hace indispensable en cascos de barco y mecanismos acuáticos.
La industria del automóvil incluye cada vez más este elemento en sus modelos. Algunos coches deportivos, berlinas de alta gama y utilitarios ya se fabrican sólo con aluminio. Su ligereza permite reducir el peso del vehículo en un 30%: la reducción en combustible y en emisiones contaminantes es considerable.
El sector de la construcción ha aumentado el uso del aluminio en los últimos 50 años de forma importante. Este elemento se puede ver en estructuras de ventanas y puertas, y en cubiertas para grandes superficies y estadios.
Las comunicaciones y el sector energético han sustituido al cobre por el aluminio de forma progresiva desde la década de los cincuenta: es más eficiente y más económico para transportar electricidad. También se utiliza en reactores nucleares a baja temperatura porque absorbe pocos neutrones.
La industria química no está al margen de esta tendencia: una misma proporción de aluminio pesa un tercio menos que el acero. Por ello, es un material ideal para la fabricación de tubos, recipientes y aparatos muy diversos.
Breve historia del aluminio
La utilización industrial del aluminio se remonta al siglo XIX. En 1825, el físico y químico danés Hans Christian Oersted conseguía separar una pequeña cantidad de aluminio impuro. Pero no fue hasta 1854 cuando el químico francés Henri-Etienne Sainte-Claire Deville lograba un proceso para obtener aluminio en cantidades más grandes y establecía una planta experimental a gran escala. En esa época, el aluminio se consideraba un metal precioso.
El primer aluminio comercial se logró en 1888. Su principal impulsor, Charles Martin Hall, recibió la idea de un profesor suyo de la Universidad de Ohio. El docente, Frank Jewett, aseguró a sus alumnos que la persona que consiguiera fabricar aluminio y venderlo a un precio económico se haría rica. La empresa creció hasta convertirse en Alcoa, en la actualidad una de las mayores productoras del mundo de este material.
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